Unai Rementeria (Mundaka, 10-08-1973) ha pasado de dejar en tierra su respeto a volar para abrir Bizkaia al mundo, para conseguir que el mundo ponga a Bizkaia por las nubes. “Hemos demostrado que Bizkaia es mundial”, dice orgulloso y feliz.
En Mundaka, su pueblo, sigue siendo el hijo de Mari Tere y, sobre todo, el sobrino de Sabina, la dueña del bar Goikoa de la calle Mayor donde el ahora diputado general se encargaba de servir cafés y vender periódicos en verano.
Y no hay día que al caminar por Deusto no recuerde su época de estudiante de Derecho en la Universidad de Deusto.
Ejerció como letrado de Derecho Administrativo en el bufete Sanz & Saiz Abogados y después en el bufete Ibarrondo & Lamikiz, como abogado especialista en Derecho Administrativo. Entre 1999 y 2007 asesoró a varios ayuntamientos en materia de Urbanismo, Medio Ambiente y Derecho Administrativo.
Rementeria entró en la Diputación para abrir Bizkaia al mundo. Unos meses después, embarcaba rumbo a Estados Unidos y al primer gran evento de su legislatura: el Smithsonian Folklife Festival en el que la cultura vasca fue protagonista en Washington durante dos semanas.
A finales de 2017, Rementeria anunció un 2018 espectacular para Bizkaia. Las finales europeas de rugby en mayo, la gala de los 50 Best Restaurants en junio, una etapa de la Vuelta en Bizkaia con final inédito y los premios MTV. Sonaba bien.
Y una vez pasado, cuando aún resuena la música de la MTV en Bizkaia a Rementeria le parece aún mejor. “Ha sido un año inolvidable. Bizkaia ha reforzado su posición internacional y ha subido un escalón a muchos niveles: como sociedad, como territorio, como Diputación, como marca internacional, como destino, como orgullo colectivo…”, argumenta el diputado general, más feliz quizás por ver a la gente feliz.
“Lo mejor siempre está por venir”, responde enigmático el diputado general, que no ha dejado de ser un hombre de su casa, de su pueblo, de sus costumbres, la cervecita con los amigos, y su calma pegada al mar donde sigue viendo amanecer mientras corre para mantenerse en forma, para evadirse y relajarse.
Tenemos un mañana para Bizkaia